Dolor (II)

He aquí el dolor que me carcome porque no es mío, pero ha estado adherido a las heridas que me fueron creadas en este lugar.

"¿Qué estúpido poema arreglaría este hogar? Lo leería todos los días" 

Pronunciaba la voz del cantante de la que fue mi banda de punk favorita en el 2013 mientras pensaba cómo escribir estas líneas... Aquello me hace sentir impotente de nuevo, porque en el fondo de mi adolorido corazón, el fuego de la vela que se consume quisiera poder arreglar un caos que no he engendrado y del que no tengo control.

Es el dolor que ha acompañado mi infancia, del que más me ha costado liberarme porque echó sus raíces en mi, por culpa de quién plantó aquella semilla en mi interior y la regó todos los días hasta convertirlo en un roble... 

Es por ello que estoy cansada, llena de tristeza e ira, aburrida y desilusionada, porque nunca tuve un lugar al que pudiera llamar hogar, aquel en el que pudiera sentirme en paz, por el contrario, he estado buscando todo aquello afuera, quién sabe dónde, porque sé que aquí no lo podré encontrar, me duele eso mismo, porque desearía que fuese de otra manera, porque no pude hacer nada para evitar la destrucción que se avecinaba.

¿Quizá no me correspondía?

A veces me cuestiono, ¿quién es la verdadera yo? Porque ciertamente una es la imagen que le doy a los demás de lo que me pasa y otra muy distinta es cómo me siento, a veces siento que me ahogo ahí adentro, ni yo misma tengo idea de cuánto duele; y es que el día que no quiera que esto sea diferente será porque estaré comida por los gusanos, porque la muerte no me da miedo, simplemente me jode no vivir como yo sé vivir, porque la tristeza duele, la melancolía duele, la puta vida duele.

A mi alrededor solo existen gritos de dolor y angustia que no logran ser escuchados por quien es necesario, tengo tantas heridas causadas por el mismo cuchillo que mi existencia se ha reducido a un silencio sepulcral.

¿Es egoísta irme de aquí sola?

Se cuestiona la enfermedad de la mano con la culpabilidad.