No ha cambiado el vicio de querer expresar varias ideas y no decidir cuál poner en letras, quizá debería redactar más textos, sin embargo, debo admitir que han transcurrido meses enteros desde la última vez que lo hice; durante ese tiempo comprendí aquello de lo que ya había sido consciente años atrás; a veces la vida es despiadada, pero también es cierto que, no podemos permitir que el arrume de situaciones que acontecen nos roben la valentía que hemos agarrado para seguir dándole pie a los pasos.
Porque se vive con rabia y fastidio, debido a que todo parece estar arruinado y perdido, la sangre hierve pero no lo suficiente para hacernos sentir distintos, pese a eso, cuando se logra conectar con lo que sentimos, mientras la vida nos abruma y nos invade el deseo de "querer morir", porque queremos detener las agonías y el sufrimiento, entendemos que, "No queremos morir, lo que queremos es NO vivir una vida vacía".
Recuerdo que después de escuchar aquellas palabras, no pude evitar tomarme el atrevimiento de pensar que quizá muchos de nosotros compartimos ese sentimiento, al fin y al cabo, somos sujetos con miedo, dolor e incertidumbre, sin embargo, seguimos abriéndole a diario los ojos al mundo.
¡Y que curioso que semanas atrás pensar en volver a escribir me costaba un lío, porque sentía el querer, pero no podía hacerlo, creía haber perdido la facilidad y el deseo! Casi que decidí no volver a tocar con el bolígrafo las hojas sueltas de los cuadernos, sabía que no debía seguir permitiendo que me arrebataran los regueros de tinta, que debía seguir escribiendo en medio del caos, mezclando puntos, letras y comas como siempre lo había hecho.
Me alegra enormemente que vuelva usted a dejar sus trazos e ideas en el papel, en la tinta y en la red, que esa vigorosa valentia que vi desde el primer momento en sus ojos sigue ardiendo a pesar de los inviernos, sus palabras inspiran demasiado. ❤
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